El Mundo Today

2007/11/21

Manual del consumista (II)

Herramientas de consumo

Definición de dinero

El bien primero, el único bien, el bien más grande para un consumista es el dinero. Según la definición del ilustrísimo Falabarato el dinero es “el intermediario imprescindible y necesario para poder materializar nuestras ideas y sueños”. Existen otras muchas definiciones, pero todas se resumen en la que acabamos de citar. El dinero se puede materializar en dinero en sí mismo (las monedas y los billetes que todos conocemos) o en crédito, del que hablaremos más adelante.

En este punto, y antes de explicar los métodos de utilización del dinero, debemos abrir un paréntesis en este apartado para aclarar los conceptos relativos a la adquisición de recursos dinerarios.


Trabajar: es uno de los métodos más antiguos para conseguir dinero; se crea o intercambia un producto o servicio por dinero.



Robar: es otro método muy utilizado, pero implica ciertos riesgos, en especial para consumistas principiantes, que de momento necesitan poco dinero.



Vender el propio cuerpo: algunas personas lo consideran un trabajo, se trata de vender un servicio relacionado con el propio cuerpo. No es apto para consumistas con altos principios morales.



Tener empleados y pagarles mal: se trata de pagar a alguien por hacer el propio trabajo y que esta paga sea mucho menor de lo que se recibe por el producto o servicio intercambiado. En la opinión de muchos expertos, ésta es una forma de trabajo; otros muchos piensan que es una forma de robar. La persona que adquiere dinero de este modo suele poseer un cargo alto en la escala empresarial. Si no es su caso, olvídese de esto, o téngalo presente, en caso de que se vea en la situación.



Hacer horas extras: se trata de una forma de trabajo, que consiste en trabajar más horas de lo estipulado en la jornada laboral media (37-38 h.) con el fin de conseguir más dinero del acordado en el contrato laboral. Tenga en cuenta que para que este método sea efectivo debe cobrar dichas horas extras.



Casarse por dinero: esta opción se ha utilizado durante años y todavía sigue en plena vigencia; se trata de casarse con una persona del sexo opuesto, que se encuentre en una situación económica boyante. Se debe uno asegurar con anterioridad de que la otra persona está dispuesta a compartir su dinero; en caso contrario y, si es usted una mujer consumista, puede obtener posteriormente el divorcio y conseguir una paga por mantenimiento nada despreciable.


Una vez aclarada esta idea, adentrémonos en los métodos de utilización del dinero.


Métodos de utilización


Existen diversas maneras de utilizar nuestro preciado bien primario, el dinero. En esta sección, señalaremos las más importantes: el intercambio directo, el pago a plazos, la promesa de pago,…


Ø Intercambio directo: desaconsejada por muchos profesionales del consumo, ésta no es una forma de intercambio de dinero por bienes de consumo muy utilizada. Se trata de utilizar el dinero en billetes y monedas de que disponemos para adquirir de una sola vez los artículos de consumo que deseamos.

Ø Pago a plazos: utilizada por la mayoría de la población consumista, que no desea utilizar el crédito, para adquirir los artículos de consumo deseados en varios pagos. Conviene destacar que este método de utilización del dinero está sólo disponible en algunas tiendas; normalmente, el pago a plazos se realiza mediante un crédito (véase el capítulo siguiente)

Ø Promesa de pago: los vendedores no suelen aceptar esta forma de dinero de todos los consumistas; por regla general, sólo aquellos que visten con clase, hablan con un tono afable o caen simpáticos a primera vista pueden utilizar este método para adquirir sus artículos.