En la película dos norteamericanas, Vicky y Cristina, se van a Barcelona a pasar unos días. Vicky parece tener muy claro qué quiere hacer con su vida; Cristina no tiene ni idea, pero está dispuesta a experimentar. Ambas evolucionan en la película y aprenden de su interacción con una simpática pareja de pintores. Los pintores, Juan Antonio y María Elena (Javier Bardem y Penélope Cruz), están divorciados pero mantienen una extraña amistad. La película explora de forma superficial y divertida, como lo suelen hacer las películas de Woody Allen, las diversas formas de vivir el amor.

La historia de Cristina es quizás más interesante por su novedad. A más de un corazón tradicional le producirá repelús el trío amoroso que forman los pintores con Cristina, pero si nos distanciamos de nuestra vida, nuestros pensamientos y nuestros sentimientos, quizás podamos reconocer el enorme valor que supone explorar una forma de vida que se sale de la norma. Cristina no sabe qué desea de la vida y tanto Juan Antonio como María Elena no saben el porqué del fracaso de su matrimonio, pero todos ellos se atreven a poner a prueba un experimento de amor a tres, en el cual todo parecer tener una cierta armonía. ¿Durará eternamente?
Los celos, el desamor, la incertidumbre, la tentación, la amistad y el amor, temas favoritos de Woody Allen aparecen entre los idílicos escenarios de Barcelona y Oviedo, tras la belleza de unos cuadros sugerentes y el acompañamiento de los sones de una guitarra tradicional.
Curiosamente hace no mucho tiempo tuve la oportunidad de leer un libro en el cual se ofrece una recopilación de las experiencias de varios matrimonios (y otras parejas) que han superado la prueba de los años. Vicky Cristina Barcelona me recordó a algunas de las historias del libro. Si os interesa el tema, la obra es “El matrimonio y sus alternativas” de Carl Rogers. Son historias reales de personas que han vivido en distintos tipos de relaciones: unas exploraron el amor fuera de la pareja; otras crearon comunas con diversas relaciones entre sus miembros; otras vivieron algún fracaso en sus primeros (o segundos) matrimonios y aprendieron de sus errores para alcanzar un matrimonio más acorde con lo que necesitaban. Es un libro interesante porque muestra el valor de ciertas personas por experimentar con la vida y por no dejarse llevar por la mentalidad de cordero que abunda, por crecer dentro o fuera de su vínculo afectivo y por ser tolerantes con el camino de crecimiento que elija su pareja. Es un libro que anima a aquellas personas que no saben lo que quieren, como Cristina, a lanzarse al escenario de la vida y a probar nuevas experiencias.
Ahora coloquemos un vídeo más tradicional, que sin duda nos hará reír después de estos comentarios y, sobre todo, si hemos visto la película de Woody Allen.