Durante la explosión hormonal de sus 15 años, su madre le reprochó que ya nunca le contara nada con las siguientes palabras: «Quiero tener intimidad contigo».
Él contestó:
--Pues ahora te jodes. De chiquitín era yo quien quería, y entonces me rechazaste en favor de mi padre. Entre los dos me convertisteis en un neurótico.
Chico, siempre me sorprendes con tus publicaciones. A ver si me porto y te sorprendo yo a ti un día de estos. Mi neurosis ataca fuerte, pero no ahoga. ¡Hasta pronto!
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