El Mundo Today

2009/03/17

Un año más celebramos el día de San Patrick

Desde Dublín, Irlanda

Voy a dejar a un lado las celebraciones de los demás días, que han ido aumentando en los últimos años, para centrarme en el día más esperado, el de San Patrick o San Patricio, en el cual numerosos irlandeses y muchos extranjeros se atavían con colores verdes y naranjas: enormes sombreros, gafas con el símbolo del trébol, caras pintadas con banderas y más tréboles, fulares, pelucas pelirrojas, barbas, barrigas de bebedores de cerveza; lo inimaginable convertido en símbolo del irlandés típico, pero siempre en los mismos colores, verde y naranja, para salir a la calle a celebrar un año más la existencia de este Santo, conocido entre los irlandeses por haber liberado a la isla de las serpientes.


Lo más típico en este día y algo en lo que muchos irlandeses han perdido el interés es ir al desfile de San Patrick. Suele empezar a las 12h de la mañana, hora irlandesa, decía una amiga de este país, es decir, unos minutos más tarde de las 12h para no romper la tradición de la poca puntualidad de estos isleños. Este año el sol nos saludó desde la mañana y por primera vez en su vida muchos irlandeses pudieron asistir al desfile sin los habituales abrigos.



En los últimos años el desfile parecía haber mejorado; había carrozas impresionantes, gigantescos globos, animación continua, la gente reía, pitaba, gritaba.



Este año se nota la crisis hasta en el ambiente festivo del día de San Patricio: casi no nos enteramos de cuándo empezó el desfile y desde luego no nos dimos cuenta de cuándo acabó hasta que la gente empezó a tomar las calles. No hubo una presentación y un cierre espectaculares.



Y la gente no tenía ganas de participar; no hubo gritos, ni palmoteos, ni pitidos. Estuvo más bien soso. Habrá que probar suerte el año próximo.



La fiesta continúa en los pubs, donde se encuentran la mayoría de los irlandeses. Allí me dirigí con mi pequeña comitiva después de degustar un plato típico irlandés (“Irish stew”) en uno de los cafés locales.



La música en directo, las canciones tradicionales, la cerveza verde o negra o rubia, las pelucas, los atuendos múltiples ya mencionados y los colores constantes del día, verde y naranja, adornan los pubs y nos desean una feliz celebración hasta el año que viene. El desfile no ha sido de los mejores, pero celebrar este día ha valido la pena. Hip!!