El Mundo Today

2008/10/21

Una mirada subjetiva al mundo cubano (III)

Días más tarde mi viaje me llevó a conocer a una doctora que tenía una visión totalmente distinta de la relación cubana con Venezuela. Gracias a ella, se ha enriquecido mi viaje temático y os puedo presentar nuevos aspectos del mundo de que fui testigo. Según pude entender, el gobierno venezolano había concedido ciertas ayudas para que algunos médicos de Cuba pudiesen trabajar en otros países de Sudamérica en régimen de ayuda humanitaria. Ah, la ayuda humanitaria siempre nos despierta ese calor humano en los miembros internos, ¿verdad? La bondad de la humanidad, su gran deseo de compartir, de ayudar. Los doctores cubanos se marchaban en oleadas de la isla. Su vida en el extranjero tenía muchísima más calidad: no sólo un sueldo mejor, con el consiguiente bienestar, sino también la posibilidad de enviar enseres nuevos a Cuba. La doctora con quien estuve hablando no quería marcharse del país. Su hija estaba estudiando secundaria y se le haría doloroso dejarla sola. Hablaba con escepticismo de estos nuevos acuerdos con el vecino venezolano.

Y es que la situación médica a la cual se enfrentaba día a día la entristecía y preocupaba sobremanera. Si bien en un pasado no muy lejano debía atender tan sólo a un barrio de su ciudad, ahora ese número se había triplicado. No daba abasto con sus pacientes. Su gran celo profesional y su gran corazón la arrastraban a largas horas de trabajo, con el único consuelo de ayudar quizás a algunas personas, a cambio de un sueldo escaso y la imposibilidad de adquirir su vivienda por ser su casa un bien social. ¡Qué gran ejemplo de ayuda humanitaria! creo que pensé. Su sonrisa ocultaba una inquietud sosegada, si bien comentaba con cierto desasosiego que ya les había dicho a sus familiares que no se pusieran enfermos, que no era un buen momento para caer enfermo en Cuba.

Su vocación me recordó al gran entusiasmo de una profesora de secundaria, que veraneaba en uno de los lugares que visité. Me contó con todo lujo de detalles su formación profesional, en la cual la práctica desempeñaba un papel primordial; me habló de la educación con emoción y sabiduría. Hablar de dinero parecía no formar parte de su lenguaje habitual. Su mundo eran las letras, los números, la enseñanza, el saber, la convivencia y la generosidad de poder aportar algo al pequeño mundo que adoraba. Conociendo a ambas mujeres pude vislumbrar el tan sonado mundo educativo y sanitario de Cuba, si bien este último se estaba derrumbando, como parecían derrumbarse muchas de las estructuras que formaban parte del entramado de la isla.

Se intuía un cambio, el taxista hablaba de lo que ocurriría después de la muerte del “barbas”, la casera hablaba con emoción de un posible sustituto, la doctora comentaba que el régimen parecía precipitarse a un punto sin retorno. Y, sin embargo, a pesar de sentirse en el ambiente el germen de este cambio, de una transición a otro estado de cosas (recordemos que Fidel estaba tan enfermo que ya no gobernaba el país), la isla seguía vibrando con la misma intensidad y calor humanos que enamoran a numerosos visitantes del globo. Mi visita había llegado a su fin. Había escuchado opiniones sobre el sexo, la familia, la política, la educación y la salud; se me había regalado un viaje cultural por encima de mis expectativas y disfruté al máximo cada diálogo, cada opinión, cada palabra.


Éste es un enlace a una de las canciones que componen el rico repertorio musical cubano.

6 comments:

  1. Hace muchos años viajé a Cuba. Estuve 3 semanas en el país con un coche alquilado recorriendo el país, era la época del duro bloqueo norteamericano, la gente por no tener, no tenía ni jabón. En las carreteras no encontrábamos coches porque el tema de la gasolina estaba durísimo. Y el trabajo y el salario otro tanto, como ejemplo, el taxista que nos llevó al hotel era un médico que metía horas extras con los turistas, imagínate...
    Regalé todo lo que llevaba a cuestas y me traje recuerdos inolvidables, aunque me perdí a los Buenavista, en aquella época no habían formado el grupo. Ahora su música suena mucho en mi casa.
    Saludos desde El Cairo y suerte!

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  2. Hay algo que me llama la atencion en las historias de D.Ruida y C. Ruiz (encantada de verte por aqui, por cierto): ni un comentario sobre sentirse inseguras en las calles.

    Por que sera que a pesar de todos los intentos estadounidensed de desestabilizar el pais en Cuba no sentis la inseguridad que tanto se comenta de Venezuela, Guatemala o Colombia?

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  3. Es una buena preguntá lo de la inseguridad. Creo que en parte tiene que ver con educación y el pueblo cubano aunque le falta de todo, está muy bien educado.
    También he vivido 8 años en México y allí el tema era durísimo.

    Y claro, USA hace sus campañas de marketing para quitarse del medio al que no le gusta, como en los países árabes con campañas manipuladoras y mentirosas que nos meten el miedo y el rechazo en el cuerpo, pero así es esto, las masas (todos) nos dejamos llevar,porque es más cómodo o porque no tenemos acceso a otra información.
    Un abrazo a los dos blogueros!

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  4. Qué sabroso, mi estimado vierneee... digo Miércoles, cuando un profesional está en lo que está porque le nace, porque nació para estar en lo que está y, por lo tanto, ese conocimiento que adquirió con entusiasmo y desarrolla, le viene saliendo desde lo más profundo de su ser... desde la punta del dedo gordo del pie.

    Ahora hay tantas y tantos disque profesionales que está metidos en lo que están solo por dinero, porque lo que estudiaron, se supone, es lo que deja más utilidades y... de ahí cada desastre... de profesionales, hoy en día.

    Tremendo par de ejemplo publicás, ejemplo tan justos y necesarios dar a conocer...

    Haceme una visita... Bienvenido.

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  5. Hola, muy bueno el blog. Lo apunto como serio candidato a mi voto en blogs expatriados!

    Un saludo y suerte

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  6. Gracias a todos por vuestros comentarios. C.Ruiz, creo que las cosas han cambiado bastante desde que tú estuviste allí. Yo fui con una amiga que va casi todos los años y me comentaba que le sorprendía que los mercados de comestibles estuviesen a tope de gente. Antes no se lo podían permitir y estaban vacíos.
    Es cierto que uno no se siente muy inseguro en las calles, Miércoles, pero sí es verdad que cuando estuve sola tampoco me arriesgué demasiado y la mitad del viaje la pasé en compañía y en muy buena compañía, con "familia" cubana. :-)
    Pericles, yo sentí lo mismo al conocer a estas profesionales y de ahí mi deseo de compartir mis impresiones con vosotros.
    Bienvenidos al blog a todos los visitantes nuevos. Me alegro de que lo hayas disfrutado, extraño desconocido. ¡Hasta pronto!

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