El Mundo Today

2009/04/28

La “Funky Seomra”

Numerosos desconocidos se unieron gracias al poder de la música y construyeron un tren humano que vibró en el salón de baile con la energía de los dioses que creó la fiesta funky


Aquel sábado por la noche sería como otro sábado cualquiera sino supiera que era el tercero del mes y eso significaba asistir a la Funky Seomra en un local de Dublín. En esta fiesta funky habría música de diferentes estilos, espacio para bailar, cojines y puffs donde descansar y tomarse un té relajado o algún zumo, o incluso una ensalada o alguno de los deliciosos postres caseros. Habría juegos de mesa, hullahops, globos, decoraciones fantasmales y animaciones visuales de gran poder evocativo. Y, sobre todo, habría personas diferentes que no se avergonzarían de mostrar su diferencia en la pista de baile, aunque no hubiese alcohol ni drogas en el local.

Es difícil escribir algo sobre esta fiesta porque cada vez que asisto es distinta. He ido cuatro veces y las cuatro veces he vivido una experiencia diferente y única.
(Flor)


Lo que más me impresiona de la Funky Seomra es su elemento unificador; el saber que volveré a casa con una gran alegría, fruto de una misteriosa comunión.
(Árbol)


Aquel sábado volvían a estar allí mis dos fieles compañeras de baile libre y el alegre muchacho que se nos había unido hacía dos sábados de fiesta. Los cuatro nos mezclábamos con los demás de la sala, nos íbamos de paseo a explorar otra zona y bailar con otros amigos, nos reencontrábamos y teatrizábamos piezas musicales exóticas con mucho humor. A veces nos uníamos a algún tren creado con espontaneidad. Otras creábamos nosotros algún baile o movimiento espontáneo e invitábamos a otros a unirse. La música nos reavivaba, el calor humano nos reconfortaba, el agua envasada nos reponía.

La Funky Seomra es otro mundo, se parece mucho a una discoteca, pero a veces recuerda a las memorables fiestas de pueblo o incluso a los bailes de boda. Es tan familiar.
(Tierra)


Quería encontrar un lugar donde no me sintiese un bicho raro por no apetecerme beber unas copas en el país de la Guinness. Lo he encontrado y es algo especial.
(Vida)


Aquel sábado como todos, después de bailar y recrearnos en un ambiente sano, familiar y entrañable, nos preparamos para despedir la noche a la 1h de la mañana con el típico baile que en nuestro grupillo llamamos "de las hadas". Como posesos por un poder musical inefable, creamos entre todos los asistentes un círculo de cuerpos danzantes en espirales de vida y energía. Como indios alrededor de una invisible lumbre al aire libre, descubrimos la fuerza de nuestro interior y de la unión con los demás a través de un baile que nos convertía en dioses por una noche, en hadas mágicas de un mundo hermoso.

La Funky Seomra no se puede expresar
con palabras. Hay que vivirla para sentir sin drogas ni alcohol la alegría de ser humano.
(Amor)

http://www.dancefree.ie/

3 comments:

  1. Yo siempre pensé que Irlanda era una tierra mágica, igual que Escocia. Son mis asignaturas pendientes.
    Pero Irlanda, con sus costumbres, y su gente tan acogedora, me encanta. Y con tu relato, dan ganas de pillar billete y marchar a pasar una larga temporada y conocer todo eso de primera mano. Tienes mucha suerte, primero de tener buenos amigos, y segundo de poder disfrutar de lo que te apetezca sin que a nadie le parezca raro. Yo soy abstemia, y aquí, en España, se ve como algo raro. Y esa forma de divertirse, que es lo que yo siempre digo a la gente que no sabe divertirse de otra manera ¿cómo no sabeis reiros o saltar o cantar, sin que haya que beber o tomarse algo más fuerte? Nunca lo entendí, pero igualmente lo respeto.
    En fin, que te agradezco un montón que hayas reproducido parte de la mágica Irlanda y nos la hayas acercado a nuestras casas. Muchas gracias por compartir tu relato, D.Ruida. Hasta proto, saludos.

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  2. Un ¡¡hurra!! por todos aquellos/as que saben prescindir (alcohol) de todo aquello que no es imprescindible.

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  3. Gracias por vuestros comentarios.
    Te entiendo perfectamente, Carmen. Yo suelo pasármelo mejor cuando no bebo que cuando bebo. El alcohol hace que se me peguen las ideas y las palabras me suenan a vacío, me siento como una imbécil. Pero muchos de mis amigos no lo entienden, aunque quizás sí lo entiendan, pero la presión social es demasiado grande.
    Espero que se organice una fiesta parecida en España dentro de poco. Busca por ahí almas afines y a ver si es posible.
    O si no, anímate a visitar Irlanda, aunque la magia de la isla se está transformando en el germen de algo nuevo.

    Seguiré contándoos qué se cuece por estas tierras.

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