Viene de LOS HUMORES DEL HUMOR
En Italia, 'umore' tiene el mismo contenido, pero se percibe menos porque se halla sumergido en la vorágine barroca. No sería desatinado afirmar que la teoría de los humores influyó en la locura de nuestro Don Quijote y en la ingenuidad del alemán Simplicius Simplicíssimus.Una gran parte del teatro antiguo y el teatro culto medieval, utiliza como personajes un número limitado de caracteres: el fanfarrón, el avaro, el mentiroso y el celoso, a los que Ben Jonson añade el colérico, el atrabiliario, el impulsivo, el flemático y todas las combinaciones posibles. El citado autor define esos humores de la siguiente manera: "Cuando una cualidad particular posee a un hombre hasta el punto de forzar sus sentimientos, su ingenio y sus talentos, mezclados todos sus flujos, a correr en una dirección, entonces se puede decir que allí hay humor".
La moda europea del humor surge en la época barroca. Aunque la palabra barroco no resulte cómica, se usa para designar ese gusto por la extravagancia, la exageración y la fantasía desenfrenada, y justamente la excentricidad gratuita había sido la forma original del humor.
El gran mérito de Ben Jonson es haber descubierto un modo de utilización cómica de los humores. Un excéntrico en estado puro no hace reír, se vuelve cómico cuando su defecto de carácter destaca sobre un fondo de normalidad. El desajuste es lo que provoca la risa. Se comprende así la preferencia de los autores cómicos por la representación de los humores afectados.
A través de su lectura, el espíritu inglés nos ofrece el doble rostro de un optimismo triste y un pesimismo alegre. Se dice que Carlos Marx vio en ese país la realidad de la lucha de clases y la necesidad de la revolución proletaria, porque era extranjero y no contó con el sentido del humor de los ingleses.
Continuará
En Italia, 'umore' tiene el mismo contenido, pero se percibe menos porque se halla sumergido en la vorágine barroca. No sería desatinado afirmar que la teoría de los humores influyó en la locura de nuestro Don Quijote y en la ingenuidad del alemán Simplicius Simplicíssimus.Una gran parte del teatro antiguo y el teatro culto medieval, utiliza como personajes un número limitado de caracteres: el fanfarrón, el avaro, el mentiroso y el celoso, a los que Ben Jonson añade el colérico, el atrabiliario, el impulsivo, el flemático y todas las combinaciones posibles. El citado autor define esos humores de la siguiente manera: "Cuando una cualidad particular posee a un hombre hasta el punto de forzar sus sentimientos, su ingenio y sus talentos, mezclados todos sus flujos, a correr en una dirección, entonces se puede decir que allí hay humor".
La moda europea del humor surge en la época barroca. Aunque la palabra barroco no resulte cómica, se usa para designar ese gusto por la extravagancia, la exageración y la fantasía desenfrenada, y justamente la excentricidad gratuita había sido la forma original del humor.
El gran mérito de Ben Jonson es haber descubierto un modo de utilización cómica de los humores. Un excéntrico en estado puro no hace reír, se vuelve cómico cuando su defecto de carácter destaca sobre un fondo de normalidad. El desajuste es lo que provoca la risa. Se comprende así la preferencia de los autores cómicos por la representación de los humores afectados.
A través de su lectura, el espíritu inglés nos ofrece el doble rostro de un optimismo triste y un pesimismo alegre. Se dice que Carlos Marx vio en ese país la realidad de la lucha de clases y la necesidad de la revolución proletaria, porque era extranjero y no contó con el sentido del humor de los ingleses.
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