El Mundo Today

2011/11/07

Mi amigo Luis

Sólo hay una persona en el mundo a la que odio de verdad, a la que odio con las tripas: a Luis. De niños pertenecíamos a la misma pandilla, pero él era el jefe y yo su esclavo. Me trataba como a una bolsa de basura, disfrutaba humillándome y ridiculizándome, sobre todo si había chicas delante.
Convirtió mi infancia en un infierno y mi adolescencia en una tortura interior. Sólo cuando me fui del barrio comencé a recobrar mi autoestima, y hasta que no terminé la carrera no reuní la seguridad suficiente para acercarme a una mujer.
Por eso le invité a mi boda, para restregarle por los morros a mi esposa, para que viera que el bufón había conseguido enamorar a una princesa preciosa que guardaba su pureza para él.
Durante el banquete disfruté mirando cómo contemplaba con lascivia los maravillosos pezones de mi mujer. Y contemplando yo a la suya, que ya parecía la madre de la mía. De todos los sabores de aquel día, el de la venganza fue el más dulce.
Su regusto me duró hasta después del baile, salí al aparcamiento y vi a mi antigua pandilla riéndose alrededor de un coche. Me acerqué para ver qué ocurría.
En su interior Luis estaba desvirgando a la que ya era mi esposa.


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4 comments:

  1. El recortador09/11/2011, 12:57

    En la afrenta se esconde la venganza: Luis feneciendo empitonado en el interior del coche. Hay que prever las rutas de escape antes de citar a una vaquilla

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  2. Te brindo la muerte de este toro.

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  3. Los pezones de esta foto se me han aparecido en un sueño. Pertenecían a una prisionera de un campo de exterminio nazi. Estaba junto a muchas otras en una especie de auditorio. Se abrió la puerta y un prisionero caminó por el pasillo en dirección al escenario.
    -¡Es Eminem! ¡Es Eminem! -murmuraron las presas.
    En efecto, era Eminem. Subió al escenario y comenzó a cantar un rap. Las presas comenzaron a aullar y algunas a masturbarse.
    En ese momento, irrumpió en el auditorio una patrulla de guardias.
    -¡Detened a todas las que se estaban haciendo una paja! -ordenó el oficial.
    -¿Y cómo lo podemos saber? -preguntó un soldado.
    -¡Por el tamaño de los pezones! -respondió el oficial.
    Sacaron a varias presas del auditorio, entre ellas a la dueña de los pezones de la foto, y las encerraron en celdas individuales.
    -¡Avisad a The Big Cocks para que se hagan cargo de ellas! -ordenó el oficial.
    Apareció una patrulla de soldados que entraron en cada celda en grupos de a tres.
    Pronto empezaron a oírse gritos femeninos. ¿De dolor? ¿De placer?
    A partir de aquí, el sueño se convierte en un documental sobre The Big Cocks. El narrador venía a decir:
    “The Big Cocks es una patrulla de élite integrada por los soldados con el pene más grande del ejército alemán, concienzudamente adiestrados para misiones de tortura sexual. Su oficial es el mayor O’Callaghan, apodado El Bienarmado, porque siempre lleva encima dos pistolas y un bastón. Se cuenta de él que una vez un cura le recomendó abstinencia sexual. Al mayor no le gustó nada este consejo y fustigó cruelmente al sacerdote con su verga”.
    En la última imagen de mi sueño, un cura está tumbado en el suelo. Sentado a horcajadas sobre él, un hombre con uniforme militar le golpea alternativamente las mejillas con una enorme verga. El sacerdote ríe histéricamente, como aquél a quien le están haciendo cosquillas.
    La imagen resultaba tan cómica que me desperté riendo a carcajadas.

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  4. Excelente sueño y magnífica lobotomia.
    Muchas gracias, Alejandro. Si se te ocurre alguna otra lobotomía (consciente o inconsciente) puedes enviarla a tomstrbd@gmail.com y te la publicamos con foto y todo.

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